Samaná, República Dominicana – 11 de noviembre de 2025.

Momentos de pánico vivieron cerca de 50 turistas internacionales cuando un catamarán turístico se hundió en la bahía de Samaná, tras sufrir una avería estructural durante una excursión marítima. La rápida acción de la Armada de República Dominicana y pescadores locales evitó una tragedia mayor.
Según los informes preliminares, el barco, operado por una empresa local contratada por la línea de cruceros TUI Cruises, zarpó a media mañana del domingo con destino a una zona de observación de delfines. A unos 30 minutos de navegación, los pasajeros escucharon un fuerte golpe y notaron la entrada de agua en el casco.
“De repente sentimos que el barco se inclinaba. El capitán pidió calma, pero el agua subía muy rápido. Muchos comenzaron a gritar”, relató Ana Morales, turista mexicana que formaba parte del grupo.
Las autoridades informaron que todos los pasajeros fueron rescatados con vida, aunque varios presentaron heridas leves e hipotermia. Los lesionados fueron atendidos en un centro médico de Samaná y dados de alta pocas horas después.
El comandante de la Armada, contralmirante Ramón Betances, explicó que la embarcación “sufrió daños estructurales en la parte inferior del casco”, posiblemente por el impacto con un objeto sumergido. Además, confirmó que se inició una investigación técnica y penal para determinar si la compañía operaba con los permisos y revisiones reglamentarias vigentes.
“Nuestro objetivo es garantizar que este tipo de incidentes no se repitan. Estamos intensificando las inspecciones a las embarcaciones turísticas y reforzando los protocolos de seguridad”, agregó Betances.
La Asociación de Hoteles y Turismo de Samaná (AHETSA) manifestó su preocupación por el incidente, recordando que la zona recibe miles de visitantes cada mes atraídos por el ecoturismo y los paseos marítimos. “Un evento así puede afectar la imagen del destino, por lo que pedimos controles más estrictos sin afectar la operación turística”, señaló el presidente de la entidad.
El Ministerio de Turismo (MITUR) anunció una auditoría general a las compañías que ofrecen excursiones acuáticas, así como la implementación de un registro digital de mantenimiento y certificación técnica para cada embarcación.
Mientras tanto, los turistas afectados fueron trasladados de vuelta a su crucero, que zarpó más tarde ese mismo día rumbo a Puerto Plata, tras recibir asistencia del personal consular de sus respectivos países.
El hecho ha reabierto el debate sobre la seguridad marítima en zonas turísticas del país, especialmente en regiones como Bávaro, Samaná y Bayahibe, donde cada año operan decenas de embarcaciones privadas con fines recreativos.

