
Estados Unidos ha anunciado una ofensiva militar a gran escala en América Latina, denominada “Operación Lanza del Sur”, con la meta declarada de combatir el narcoterrorismo en la región.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, afirmó que la misión está dirigida por la Fuerza de Tarea Conjunta y el Comando Sur. Según sus declaraciones, la operación busca erradicar “narcolanchas” en el Caribe y el Pacífico, vinculadas con redes criminales que, según Washington, tienen conexiones con el régimen venezolano.
Parte importante de la ofensiva se sustenta en el despliegue del portaaviones USS Gerald R. Ford, lo que sugiere una postura mucho más agresiva por parte de Estados Unidos en la región.
El anuncio ha generado críticas internacionales. Por un lado, EE.UU. defiende la operación como una medida necesaria para proteger la seguridad regional y frenar el tráfico de drogas. Por otro, voces en Latinoamérica —incluido el presidente venezolano Nicolás Maduro— la interpretan como un intento de intervencionismo o presión política directa contra su gobierno.

