En países como Suiza y el Reino Unido, el progreso no solo se mide por la economía o la tecnología, sino por los valores, mentalidad y comportamiento de su gente. Para que un dominicano pueda formar parte activa de una sociedad desarrollada y replicar esas cualidades en su propio entorno, es necesario un cambio profundo en la forma de pensar y actuar.

Puntualidad y Respeto por el Tiempo

En estas naciones, la puntualidad es un signo de respeto.
La costumbre de llegar tarde o posponer tareas es mal vista.
Adoptar esta actitud: planificar el día, cumplir horarios y valorar el tiempo propio y ajeno.
Honestidad y Transparencia

La corrupción y la “viveza criolla” son incompatibles con una sociedad desarrollada.
En Suiza, la confianza se gana cumpliendo reglas y actuando con integridad.
Mentalidad a cultivar: hacer lo correcto aun cuando nadie nos esté observando.
Educación Continua y Ganas de Aprender
El desarrollo se basa en el conocimiento.
En países desarrollados se valora la formación permanente, el autoaprendizaje y la especialización.
Cambio necesario: leer más, aprender nuevas habilidades y mantenerse actualizado.
Cuidado del Espacio Público y Cultura Colectiva
Las calles y espacios son de todos.
En Europa, los ciudadanos cuidan su entorno porque entienden que el beneficio colectivo es también individual.
Actitud correcta: no tirar basura, respetar normas, proteger áreas verdes.
Responsabilidad y Autocrítica
El cambio empieza en uno mismo.
Los ciudadanos en países avanzados asumen sus responsabilidades sin culpar a otros.
Mentalidad clave: reconocer errores, corregirlos y buscar soluciones en lugar de excusas.
Cultura del Esfuerzo y la Excelencia
El progreso no se logra con atajos, sino con esfuerzo y disciplina.
Actitud necesaria: dar siempre lo mejor y aspirar a hacer las cosas bien desde la primera vez.
Conclusion
Formar parte de una sociedad desarrollada no significa solo vivir en ella, sino pensar y actuar como sus ciudadanos. Si los dominicanos cultivamos puntualidad, integridad, educación, responsabilidad y colaboración, podremos no solo integrarnos a países como Suiza o el Reino Unido, sino también construir una República Dominicana más justa, moderna y próspera.
“El verdadero cambio comienza en la mentalidad de cada ciudadano.”

